
1. Elige un agente con experiencia
Cuando el tiempo es esencial, no puedes darte el lujo de arriesgarte con un agente sin experiencia. En su lugar, querrás trabajar con un agente inmobiliario que conozca tu mercado y haya ayudado antes a vendedores en tu situación.
Empieza por buscar en los anuncios locales de "se vende" y marca los que se destacan por tener buenas fotos y descripciones atractivas. Uno de los agentes que está detrás de este tipo de anuncios podría ser una buena elección, ya que se tomará en serio la venta de tu casa en el momento oportuno.
Así mismo, las referencias son muy importantes en el negocio inmobiliario, así que pregunta a tus familiares y amigos o a tus contactos en las redes sociales si han trabajado con un buen agente en tu zona.
Asegúrate de buscar un agente que lleve años trabajando en tu zona y que venda muchas casas. Es probable que tenga contactos que puedan ayudarte a encontrar el comprador adecuado. Cuando empieces a ponerte en contacto con posibles agentes, hazles saber cuál es tu plazo ideal de cierre para ver si es realista y cómo pueden ayudarte a cumplirlo.
Por último, no tengas miedo de entrevistar a varios agentes: La mayoría de los compradores se quedan con el primero con el que hablan, pero es posible que encuentres una mejor opción si exploras varias opciones. Una vez que hayas encontrado a un agente que te guste, verifica su licencia en el departamento inmobiliario de tu estado. Además, comprueba sus reseñas en Internet o pregunta por clientes anteriores con los que puedas ponerte en contacto como referencias.
2. Establecer un precio competitivo
Siempre pide un análisis comparativo de mercado para saber en qué rango te puedes mover. Ten en cuenta que puedes aumentar esta cifra si tu casa es objetivamente más atractiva (por ejemplo, si está en una tranquila calle sin salida) o reducirla si es menos atractiva (por ejemplo, si hay que cambiar el tejado).
A continuación te explicamos porqué te NO conviene equivocarte en el precio de tu casa cuando la pongas a la venta: Tu casa aparecerá en más búsquedas. Los compradores suelen fijar un precio máximo cuando buscan en Internet. No querrás perder compradores potenciales porque tu precio de venta no esté en el rango acertado.
Si trabajas con un agente inmobiliario, éste te ayudará a determinar la estrategia de precios adecuada para tu mercado.
3. Limpia y despeja tu casa
Limpiar y despejar tu casa antes de ponerla en venta puede parecer sentido común. Sin embargo, si echas un vistazo a los listados inmobiliarios de tu localidad, es probable que encuentres algunas casas desordenadas. Esto puede resultar muy poco atractivo para los compradores, a los que probablemente les costará imaginarse mudándose si el desorden y la basura se interponen en el camino.
Si no tienes tiempo o capacidad física para ocuparte de esto por ti mismo, tu agente probablemente sepa a quién puedes contratar para que limpie y ordene por ti. Si tu presupuesto es ajustado, considera la posibilidad de pedir ayuda a amigos o familiares.
4. Prepara tu casa
Una vez que hayas limpiado y ordenado tu casa, puedes hacer que los compradores se imaginen en ella con la ayuda de un decorador de interiores.
Dependiendo de tu presupuesto y de los plazos de la mudanza, los decoradores pueden trabajar con lo que tienes o suministrar muebles y decoración alquilados. Aunque es posible decorar una casa tú mismo, los profesionales tienen experiencia con la distribución y el diseño, y conocen los trucos que pueden conquistar a los compradores, por lo que puede valer la pena gastar dinero si necesitas vender tu casa a toda prisa.
Según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR), los compradores consideran que el salón, el dormitorio principal y la cocina son las zonas más importantes para decorar.
5. Toma fotos profesionales del inmueble
Muchos compradores ven por primera vez las casas en Internet, por lo que es fundamental ofrecer unas fotos excelentes. Estos son algunos de los factores que contribuyen a que las fotos de la propiedad sean de primera calidad:
Limpieza, orden y decoración
Luz de primera hora de la mañana o del atardecer (también conocida como la hora dorada)
Iluminación complementaria
Enmarcar y recortar cada foto
Evitar los filtros fotográficos obvios (tienden a parecer falsos y pueden hacer que parezca que se está ocultando algo)
Fotografías de gran angular (pero no tan amplias como para que se distorsionen o engañen)
Más de una perspectiva de cada habitación
Orden lógico, comenzando por una atractiva toma exterior
Evitar los duplicados accidentales
También puedes considerar estos extras para que tu anuncio destaque:
Fotografías de drones: Estas fotos pueden dar una idea de cómo es el entorno inmediato y el vecindario en general. También es probable que sean de mayor calidad y más actuales que las vistas de la calle que los compradores pueden ver en Google Maps.
Paseos en 3D: Ayudan a los compradores a sentirse como si estuvieran en su casa y a ver cómo fluye la distribución.
7. Elige un comprador financieramente apto
Si un comprador tiene que cerrar una hipoteca para comprar tu casa, el proceso podría durar casi dos meses. Un comprador en efectivo, en cambio, podría cerrar el proceso en cuestión de días. Sin embargo, la mayoría de los compradores tienen que financiar sus casas, por lo que si quieres esperar a un comprador en efectivo, tus opciones podrían ser limitadas y podrían resultar en un precio de venta más bajo.
Otra opción a tener en cuenta es la de un comprador que necesita una hipoteca pero que tiene un préstamo pre-aprobado, lo que significa que el banco ha revisado a fondo las finanzas del comprador y lo ha aprobado para gastar una determinada cantidad en una casa. La aprobación final dependerá de si la valoración de la casa es lo suficientemente alta y si la propiedad cumple con las condiciones que el prestamista o el programa de préstamos tiene.
¿Con qué rapidez se puede vender una casa después de comprarla?
Puedes vender una casa tan pronto como quieras después de comprarla, aunque vender demasiado rápido puede suponer una pérdida de dinero por los gastos de compra, venta y mudanza, además de una disminución o aumento del patrimonio neto.
Por lo general, es mejor esperar un mínimo de dos años antes de vender para compensar los gastos de cierre con el patrimonio que puedas acumular durante este tiempo. Pero, en última instancia, tendrás que decidir si merece la pena esperar para alcanzar el equilibrio, dependiendo de tus circunstancias individuales y de la necesidad de vender.
Si tienes que salir de tu casa más rápidamente, asegúrate de tener en cuenta las posibles pérdidas con antelación.
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Traducido y adaptado de: https://www.forbes.com/advisor/mortgages/real-estate/sell-a-house-fast/