
La semana pasada, leí en un artículo que el 90 por ciento de las empresas fracasan. Inmediatamente me dio una mezcla entre ataque de pánico, incredulidad y reto; y empezó este monólogo interno: ¿Qué pasa si eso me pasa a mí? ¿Será que mejor debo cobrar menos? ¿Cambió la página web?. Creo que esto es demasiado para mí, hacer mi propio negocio me va a quedar grande. Mejor empiezo a buscar «trabajos estables» otra vez…
¡¡SHOCK!!
La verdad es que no es ni un titular raro (cada mes por lo menos se puede encontrar uno por el estilo), ni una reacción rara la mia despues de leer algo así… Por lo tanto, no es de extrañar que tantas personas terminan aferrándose a sus desprendibles de nómina mensuales. Aún quienes son capaces de canalizar una mentalidad emprendedora y decidida, en el fondo, están aterrorizados de lo que sucederá si realmente se arriesgan a perseguir el sueño de tener su propio negocio.
Me gustaría poder cerrar acá diciendo que no hay nada de qué preocuparse y que todos los negocios van a prosperar. Pero la verdad es que no puedo predecir el futuro, ni comprender las circunstancias de cada uno, ni menos asumir las decisiones que se tomarán en el camino y que llevarán a que algunos emprendimientos sean exitosos y otros no.
Pero lo que sí puedo hacer es compartir cinco factores que he identificado en mi práctica y experiencia, que pueden influir en el éxito o no de los emprendedores en etapa temprana, y compartir algunas estrategias para superarlos y así no caer el ese temido 90% que fracasa.
1. SABER QUÉ OFREZCO.
Hablemos de lo primero, de lo más importante al iniciar un negocio: tener clara la oferta de valor. Cuando empezamos un negocio, normalmente estamos enfocados en un único aspecto: ganar dinero. Si bien esto es correcto (para eso tenemos un negocio), no debe ser lo único.
Cuando nuestra prioridad es sólo ganar dinero, estamos dispuestos a trabajar a cualquier precio y con cualquier persona. Así, recibimos a todos los clientes que llegan. Y lamentablemente van a llegar muchos que no pagan, que no agradecen, que no valoran.
Si elegimos priorizar el tener clara nuestra oferta de valor desde el principio, en lugar de simplemente ganar dinero, sabremos cómo aportamos, cómo nos diferenciamos y porqué es importante lo que hacemos.
Lo anterior llevará a que «nos reservemos el derecho de admisión»y trabajemos sólo con clientes que nos respeten, dejaremos pasar de largo a quienes no nos valoran enfocados en la certeza de que los adecuados van a llegar.
Sí, a lo mejor no lo lograremos el 100% de las veces, pero sabremos qué hacer cuando llegue un cliente que no valora lo que le ofrecemos: aceptar que algo falló, identificar la lección aprendida y seguir adelante, usando esa experiencia para seguir mejorando.
Así mismo, cuando tenemos nuestra oferta de valor clara, vamos a cobrar con la tranquilidad de saber que lo que ofrecemos es único y merece una compensación proporcional. Si solo tenemos en mente ganar dinero para pagar las deudas, o solo por ganarlo, no existirá tal proporcionalidad y nunca sabremos si somos «caros o baratos».
Es por eso que tener clara la oferta de valor debe ser lo primero. De lo contrario, estamos empezando nuestro negocio al revés.
2. PERSISTENCIA.
Mientras crecemos, vamos aprendiendo que a cada causa hay un efecto: si me porto bien, tengo recompensas, si estudio pasó el examen, y si tengo un empleo, recibo un salario.
Entonces, cuando emprendemos, generalmente esperamos lo mismo. Queremos señales inmediatas de que lo que estamos haciendo está «funcionando», ya sea en forma de reconocimientos, contratos o dinero. Y cuando no obtenemos esas recompensas inmediatas, lo tomamos como una señal de fracaso y renunciamos.
La clave es la persistencia inquebrantable e ininterrumpida. No es esperar que las cosas caigan del cielo. Es hacer lo que hay que hacer. No es esperar que una llamada inmediatamente se convierta en un cierre. Es hacer el trabajo completo y desde el principio. Montar un negocio requiere tiempo y planeación. Sólo enfocados en lo que debemos hacer, vamos a obtener resultados.
Sí, va a haber momentos de duda, de comparación y de impaciencia. Ante todos hay que parar, aceptarlos y volver a enfocarse en trabajar. Como emprendedores debemos cambiar la mentalidad y entender que el progreso siempre y sólo se da gracias a nosotros mismos, a nuestro trabajo, aunque no ocurra de inmediato, no siempre sea visible, ni tenga una recompensa mensual.
Por alguna razón, el espíritu empresarial parece fácil hoy en día. Pero los que se hacen grandes y tienen éxito a largo plazo son los que continúan trabajando incluso cuando no hay «pruebas» de que valga la pena.
3. CREATIVIDAD.
De manera similar a nuestras expectativas sobre las recompensas, a menudo esperamos que nos revelen una «fórmula mágica». Esta es la mentalidad de empleados que se nos inculcó desde pequeños.
Nos dicen las «tareas» que debemos hacer, las actividades que hay que desarrollar y los pasos que debemos dar para pasar el año. Vivir con instrucciones está tan arraigado en nuestros hábitos, que muchos de nosotros ni siquiera somos conscientes de ello.
Como emprendedores, nadie está ahí para darnos el 100% de las instrucciones. En RE/MAX tenemos la ventaja de la figura de las Regionales y los Brokers que dan guía y retroalimentación, pero al final, cada uno debe hacer lo suyo. Para muchas personas, esta es la primera vez en sus vidas que toman sus propias decisiones, es por eso que se dificulta entender y que son ellos mismos quienes definirán sus propios resultados.
Y esto asusta… Algunas personas se sienten tan solas, perdidas y abrumadas por la falta de orientación que renuncian. Es por eso que hacer parte de una red como RE/MAX ayuda, y mucho. Pero al final, la clave está en nuestra propia creatividad, en nuestras propias decisiones
¿Cómo empezar a ser creativo? Solo empieza a escucharte a ti mismo, a conocerte y a ponerle tu huella al negocio. Dependiendo de tu estilo de trabajo, ajusta tus horarios y necesidades. Siendo consciente de tus fortalezas, crea tu enfoque, y conociendo tus oportunidades de mejora, diseña con tu Director Regional o Broker un plan de entrenamiento.
4. POSITIVIDAD Y MENTALIDAD ABIERTA.
Tus pensamientos se convierten en tu realidad. Tu actitud genera cierta respuesta por parte de los demás. Se trata de cómo eliges percibir y recibir. Si alguien se ve a sí mismo como víctima de sus circunstancias y del mundo, entonces vivirá en las quejas, excusas, y en general en el fracaso del 90%.
Por otro lado, hay personas que ven sus relaciones e interacciones diarias como una oportunidad. Creen que hay posibilidades, que todo lo que quieren en la vida está disponible para ellos, que tienen algo para ofrecer y también que merecen. Ese comportamiento los lleva al crecimiento, la curiosidad, la entrega y el servicio.
Lo que la mayoría de la gente no se da cuenta es que estas percepciones son una elección. Depende de ti elegir cómo quieres ver y tratar el mundo y, según lo que elijas, el mundo te tratará exactamente igual.
5. CLARIDAD DE OBJETIVOS.
Cuando se trata de elegir tu objetivo, sé muy específico. De lo contrario, ¿cómo sabrá el mundo qué ofrecerte? A la gente le encanta entrar en sus negocios con grandes objetivos como «Quiero ganar mucho dinero» o «Quiero conseguir un montón de clientes». Pero ¿A qué apuntas específicamente? ¿Y por qué apuntas hacia ese objetivo? Hay que tener claros esos porqués, ya que son los que nos darán el impulso para alcanzarlo.
¿Qué metas puedes fijarte que sean grandes y específicas? No tengas miedo de salir de tu zona de confort. Escríbelo, establece fechas y compártelo con tu Director Regional o Broker, para poder hacerle seguimiento.
Si quieres incrementar las posibilidades de estar en el 10% de los emprendimientos que prosperan, sigue estos puntos y contáctanos. En RE/MAX Colombia tenemos una oportunidad para que emprendas tu propio negocio, sin estar solo.