
La tecnología nos ha permitido a los emprendedores permanecer conectados y seguir ofreciendo nuestros servicios en medio de la pandemia, demostrando que es una herramienta fundamental e innovadora en nuestros negocios.
Sin embargo, al igual que con todo, su uso excesivo tiene algunas consecuencias. Si estás experimentando «fatiga de de la virtualidad, no estás solo.
Compartimos las principales 4 causas de esta fatiga y algunos tips para combatirla. Tener en cuenta estas sencillas soluciones puede aliviar parte de la carga.
1. CONTACTO VISUAL CERCANO EN EXCESO.
En el contexto adecuado y con la persona adecuada, el contacto visual puede aumentar la intimidad y la comunicación. Sin embargo, dado que es un acto íntimo, en exceso puede ser muy estresante.
Las videoconferencias no solo requieren que hagamos contacto visual con alguien durante largos períodos de tiempo, sino que el formato de video generalmente aumenta el tamaño y la proximidad de la cara de con quien hablamos. Si estuviéramos en persona atendiendo a un prospecto o cliente, ¿estaríamos sentados tan cerca el uno del otro, sin dejar de mirarnos ni un minuto?
«Con Zoom, todas las personas obtienen la vista frontal de todas las demás personas sin parar. Esto es similar a estar en un vagón de metro lleno de gente mientras se ve obligado a mirar a la persona a la que está muy cerca, en lugar de mirar hacia abajo o hacia su teléfono», escribe Jeremy Bailenson en el estudio publicado este viernes por la revista de la Universidad de Stanford.
¿QUÉ HACER AL RESPECTO?
Párate cara a cara con alguien con quien vives y mide la distancia con la que se siente cómodo tener una conversación. La próxima vez que vayas a conectarte a un nuevo entrenamiento o a una videollamada con un cliente o prospecto, asegúrate de que tu computador esté a esa misma distancia, o incluso un poco más lejos.
Para quienes viven solos y no tienen como calcular esta distancia, el estudio sugiere que lo normal es tener una distancia de 50 centímetros. Según esa misma investigación, cualquier distancia menor a 60 centímetros se considera «íntima».
2. TE VES A TI MISMO CONSTANTEMENTE EN TIEMPO REAL.
Aparte de los bailarines, la mayoría de las personas no están acostumbradas a trabajar frente a un espejo todo el día. Las investigaciones muestran que es más probable que las personas se auto evalúen cuando ven una imagen reflejada constantemente, y esto hace más probable que las llamadas o reuniones virtuales provoquen una autoevaluación negativa.
¿QUÉ HACER AL RESPECTO?
Si apagar la cámara no es una opción, puedes usar la función «ocultar vista propia» en Zoom.
3. MENOR MOVILIDAD Y MOVIMIENTO.
Durante las reuniones presenciales, todos nos movemos, tomamos notas, cambiamos de posición y algunos hasta nos paramos a dar una vuelta. Estas oportunidades de movimiento son limitadas, si no totalmente inaccesibles, con las videoconferencias. Para permanecer visible y centrados en nuestras llamadas, quedamos confinados a un pequeño espacio físico, hasta que finaliza la reunión.
¿QUÉ HACER AL RESPECTO?
Crea un campo de visión más grande ubicándote más atrás de tu computador y cambiando los lugares desde donde te conectas.
Además, trata de ser más intencional cuando utilices videollamadas en lugar de llamadas telefónicas. La verdad solo una minoría de las llamadas con clientes requieren mirar fijamente el rostro de otra persona para comunicarse con éxito. Deja las videollamadas solo para clientes cercanos o cuando estés finalizando una afiliación o negocio, y las demás sólo en audio.
4. LAS SEÑALES NO VERBALES SON MÁS DIFÍCILES DE INTERPRETAR.
Las señales no verbales son un aspecto esencial de la comunicación y más en un sector como el inmobiliario, y las investigaciones muestran que son más fáciles de interpretar en persona que en video. Así mismo, el estudio encontró que las personas hablan un 15% más alto en video que en persona.
¿QUÉ HACER AL RESPECTO?
Recomendamos tomar un descanso de «solo audio» algunos días. «No se trata simplemente de apagar la cámara … sino también de apartar el cuerpo de la pantalla», dice Bailenson. Tener días de contacto presencial (obviamente con todas las medidas) o de solo llamadas por teléfono, de esta manera, no tienes que esforzarte más para realizar ni interpretar señales no verbales.
Aprendamos a combinar las diferentes maneras de mantenernos en contacto con nuestros clientes, de entrenarnos y de seguir adelante con nuestros negocios, para no caer en la fatiga de la virtualidad, mientras seguimos cuidándonos y ofreciendo el mejor servicio.